
Las abejas melíferas y otros polinizadores desempeñan un papel clave en la producción agrícola. La mayoría de los cultivos dependen en gran medida de ellos para obtener cosechas abundantes y de alta calidad.
Estos polinizadores permiten la producción de muchos de los alimentos que se consumen en todo el mundo.A continuación, exploraremos la importancia de la abeja común (Apis mellifera) en la polinización de los cultivos de arándanos.
Aunque las plantas de arándanos son auto fértiles, la forma de sus flores hace que la polinización cruzada mejore el tamaño y la calidad de los frutos.
Las abejas melíferas (Apis mellifera) y los abejorros (Bombus sp.) polinizan de manera muy eficiente los arándanos. Para asegurar una buena polinización y una producción óptima, los agricultores deben proporcionar un hábitat adecuado para estos polinizadores dentro del cultivo.
¿Qué dicen los estudios de las abejas melíferas?
Como se menciona en el estudio “Fortaleza de la colonia de abejas melíferas (Apis mellifera) y sus efectos en la polinización y el rendimiento de los arándanos altos highbush blueberries (Vaccinium corymbosum)” realizado por de Oregon State University y Washington State University, la fuerza de las colmenas de abejas melíferas es un factor clave en la producción exitosa de arándanos.
El estudio concluye que aumentar la fuerza de las colmenas —es decir, el número de abejas obreras recolectoras— mejora el rendimiento del cultivo de arándano sin necesidad de incrementar la cantidad de colmenas en el campo.
Además, una reina saludable y activa aumenta la producción de huevos y la población de la colmena. En cambio, colmenas débiles, afectadas por enfermedades, parásitos, mala nutrición o una reina poco activa, pueden tener menor producción y recolección de recursos.
¿Cómo puede asegurarse de que sus colonias estén lo suficientemente fuertes para la óptima polinización de su cultivo de arándanos?
Es fundamental que se monitoree constantemente la salud de las colonias para detectar a tiempo enfermedades y parásitos.
Ya que durante el invierno, las abejas obreras tienen dificultades para salir de la colmena, los apicultores deben proporcionarles una nutrición adecuada, mediante el suministro de alimentos ricos en nutrientes.
Al mantener colmenas fuertes y saludables, aseguramos una polinización eficaz de las flores de arándanos, lo que aumenta la tasa de fructificación y mejora tanto el tamaño como la calidad de los frutos.
En conclusión, la fortaleza de las colmenas resulta clave para una polinización efectiva. Ya que las colonias con una población abundante de abejas obreras y una reina activa favorecerán una mejor polinización y una mayor producción.